Inflación, el ruido de la incertidumbre

Se vislumbra el fin de la pandemia y la recuperación económica parece haber logrado la famosa “v”, la gran pregunta que le quita el sueño a los inversionistas y a los bancos centrales es ¿Qué va a pasar con la inflación? la respuesta empieza a ser obvia con base en los reportes semestrales que empiezan a ser publicados.


Hablando de números la inflación anualizada en México se encuentra en un 5.89% al cerrar mayo de 2021, los principales incrementos se los llevaron los alimentos, en contraste, hubo un moderado descenso del 2.71% en los energéticos , los cuales al ser de alta volatilidad pueden ir a cualquier lado (probablemente al alza de acuerdo con pronósticos del precio del petróleo). Este indicador preocupa al Banco de México, que al no estar cumpliendo con las perspectivas inflacionarias podría adoptar una postura más agresiva sobre las tasas de interés (como ya lo hizo Brasil este mes), en un momento en el que todavía no se logra salir de los efectos del covid, en un país donde más del 50% del PIB proviene de los servicios, y la realidad de la inversión extranjera es incierta; todo esto provocaría una mayor incertidumbre en todo el sistema financiero, con un dólar contenido de manera abstracta, prueba de esto son las bajas en los mercados el día de la publicación de la inflación de mayo, ya que hubo un pequeño retroceso liderado principalmente por empresas del sector alimenticio, financiero y constructor pero sin grandes movimientos en el U.S. dólar .


Estados Unidos ya publicó su anuncio sobre las tasas de interés, y como los análisis lo adelantaban, se decantan por no hacer cambios en la tasa de referencia, en un intento de mostrarse atentos a las preocupaciones del mercado. La FED consciente de la inflación se muestra preocupada, pero no harán nada hasta 2022, situación que no le gustó al mercado al tener ligeros retrocesos en los 3 principales índices, impulsando al índice de volatilidad "vix" en un 6% y el "skew" cerca de los 155 puntos, "indicadores del miedo" que tienen los inversionistas, lo más interesante de estos movimientos es que a pesar del ruido generado por la inflación, los activos de refugio convencionales y no convencionales estuvieron en rojo, el mercado está en un estado de incertidumbre, esto a pesar de estar recibiendo buenas noticias con respecto a la pandemia y las reuniones del Presidente Biden.


En cuanto la pandemia fue declarada y se analizaron las repercusiones que tendría sobre la economía, la primera reacción del gobierno y la FED fue un paquete de rescate de trillones de dólares, este plan requiere de solidez y confianza en el gobierno de Estados Unidos, por lo que de manera predecible se empieza a hablar de subir impuestos con distintas ideas , como por ejemplo el “tax the rich” empieza a tener fuerza y el gastar más en el desarrollo de infraestructura otorgando más empleos, si bien, todavía no se da conocer el detalle de la estrategia para subir los impuestos, podemos ver la búsqueda de mecanismos como lo es el imponer un impuesto global a las grandes empresas con apoyo del G7 o también el aumentar la tasa tributaria por capitalización de mercado, medidas que la historia muestra van a lograr ser rodeadas por los más influyentes, pero que logran generar confianza en la capacidad de recaudación tributaria Estadounidense.


Otra de las consecuencias de este plan es el excedente de ofertas de empleo, donde por miedo al virus y los estímulos monetarios las personas deciden no trabajar y esperar empleos mejor remunerados y más cómodos para ellos, puede ser una reacción temporal dado la brevedad del regreso a la normalidad, sin embargo dice mucho de las aspiraciones de la sociedad y el tipo de empleos a los que aspira; estas vacantes tienen que ser llenadas de una u otra forma y las personas a las que estaban destinadas pueden llegar a ser los grandes perdedores por dar su lugar en la fila, ya que que el dinero que reciben por parte del gobierno puede no ser suficiente más adelante, ya que la segunda gran reacción provocada por el COVID-19 es la escasez de productos, al no poder gastar en ocio y actividades recreativas, pero con dinero disponible (en gran cantidad proveniente de los estímulos) las personas hicieron lo que toda economía necesita, incentivar el flujo de dinero en forma de gasto es decir comprando productos, en su gran mayoría provenientes de Asia. El aumento de la demanda sumado al desajuste logístico y de fabricación causado por la pandemia, dieron lugar a una escasez de productos.


Estas reacciones son predominantes en la mayor economía del mundo, y nos afectan en México de gran manera, el hecho de que exista una sobre oferta de empleos es una oportunidad para que la manufactura mexicana que sigue con ganas de trabajar, acelere su crecimiento ya que a este suceso se suman las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos, que con la escasez de productos se vuelve más notorio el problema de logística, distancia y dependencia que se tiene con el país asiático.


Tomando en cuenta esta gran oportunidad se tienen varios retos que vencer, uno es antiguo y conocido, la inflación, sin embargo en esta ocasión es distinto ya que la moneda de referencia también se ve atacada por el mismo problema, lo que detonaría una carrera de tasas de interés y una posible búsqueda de emisión de deuda en monedas distintas al dólar americano.


A pesar de los calmantes y esperanzadores discursos ofrecidos por los diferentes líderes mundiales, la realidad es que existe mucho ruido, proveniente de todos los cambios económicos y geopolíticos a los que nos enfrentamos, causando una gran incertidumbre en todo el sistema económico mundial y que los efectos a corto plazo se ven reflejados en un mismo síntoma, la inflación.